Las 7 lecciones que aprendí al comprar mi casa
Comprar una casa es una decisión muy importante tanto personal como financieramente. Estas son 7 lecciones que aprendí al comprar la mía.
Hace casi un año, mi mujer y yo compramos la que a día de hoy es nuestra vivienda habitual. Y, a pesar de ser mi tercera compra de un piso y su segunda, y de haber participado en otros procesos junto a familiares, puedo decir que ha sido la más complicada a la que me he enfrentado. Pero vayamos al principio.
Desde hace años tengo la costumbre de visitar idealista con cierta frecuencia. A veces porque me avisa alguna alerta que tengo configurada, a veces por mera curiosidad. Me gusta el mundo inmobiliario y me entretiene observar el mercado. A veces surgen oportunidades interesantes para invertir o algún piso que puede interesar a amigos que anden buscando. Además, la que a día de hoy es mi esposa y yo teníamos planeado mudarnos a medio plazo del piso de alquiler en el que vivíamos a nuestra propia casa en cuanto apareciese algo que nos encajase con el proyecto de vida que queríamos llevar.
Era junio de 2023 y apareció ante mis ojos un posible candidato. Cumplía con los mínimos que teníamos establecidos: estar lo suficientemente cerca del trabajo de mi pareja como para que pudiera ir andando, ser un edificio relativamente nuevo (menos de 25 años), no necesitar reforma, tener 4 habitaciones, 2 baños, terraza, ascensor, aire acondicionado, calefacción, garaje y armarios empotrados... La zona estaba algo hacia las afueras, por lo que ya no estaríamos a tiro de piedra del centro de la ciudad, aún así 30-40 minutos andando o 5-10 minutos en moto parecía una distancia razonable. Como extra, es un residencial con amplias zonas comunes y piscina. La única pega, el precio, pedían 340.000€ y nuestro límite estaba en 300.000€.
Aún así decidimos contactar a la inmobiliaria y hacer una visita. No teníamos nada que perder. Tras visitarlo confirmamos que nos encajaba, era lo que estábamos buscando, pero se escapaba de rango. El de la inmobiliaria nos dijo que el precio era inamovible (raro, normalmente los precios de los portales inmobiliarios son tan solo la salida y se pueden negociar a la baja). Decidimos hacer una oferta por 300k. Nos la rechazaron, sin contraoferta, confirmando lo que nos había dicho la inmobiliaria. El precio no se negociaba.
Nuestro limitante a la hora del precio no era tanto la cuota hipotecaria, sino el dinero para la entrada. Generalmente necesitas algo más del 30% para cubrir el 20% que no te cubre el banco más los diversos gastos. Y teniendo en cuenta que en noviembre nos casábamos, íbamos a tener un desembolso bien grande para el que necesitábamos ese dinero. Dejamos pasar la oportunidad y nos olvidamos por completo.
Avanzamos hasta noviembre de 2023. Tres semanas antes de la boda nos contactan de la inmobiliaria. El piso sigue sin venderse. Nos cuentan una historia de que había estado apalabrado por 320k, pero que finalmente las arras llegaron a su fin y no se completó la venta. Por si estábamos interesados todavía. Les volvimos a decir nuestro precio y en esta ocasión sí quisieron negociar hasta 310k. Decidimos volver a hacer otra visita para refrescar el recuerdo que teníamos y confirmamos nuestro interés en él.
Lección 1: revisa todos los documentos atentamente y léelos de nuevo completos con cada modificación
Comienzan los tira y afloja con la inmobiliaria (y, según ellos, el propietario). Nos manda unas arras a 15 días (un sinsentido, puesto que necesitábamos hablar con los bancos y empezar con la hipoteca desde cero). Exigimos más tiempo y nos las amplían. Tras revisar el documento me doy cuenta de que no están condicionadas a que nos concedan la hipoteca tal y como habíamos hablado.
Lección 2: condicionar las arras a la concesión de la hipoteca es importantísimo, para no perder el dinero si el banco no te presta el dinero.
Vuelvo a revisar las arras y comparo las referencias catastrales con las proporcionadas por la nota simple del registro y no coinciden. Les pido que las revisen, confirman su error y vuelven a mandármelas. Pero veo que la fecha límite para las arras es 1 mes. Les vuelvo a decir que necesitamos al menos 2 meses, puesto que nos casamos, tenemos el viaje de novios, etc. además luego viene la Navidad, la gente en los bancos tiene vacaciones y queremos tener tiempo de sobra para todos los trámites.
Lección 3: hay que intentar que el plazo de las arras sea el máximo posible, o que sean ampliables. Lo ideal es tener al menos 3 meses.
Tras hacer personalmente el trabajo que debería hacer la inmobiliaria (y tener que pagar a Don Piso los 10.000€ de comisión de todas formas), empezamos la búsqueda de hipotecas. Visto a posteriori, creo que deberíamos haber delegado la gestión en un broker hipotecario. Las condiciones habrían sido mejores y, sobre todo, nos hubiéramos ahorrado toda la gestión y el estrés las semanas previas al matrimonio. No fue fácil estar con ambas cosas a la vez.
Presentamos toda la documentación requerida a muchos bancos, nos casamos y nos fuimos de viaje de novios. De vez en cuando, desde la habitación del hotel comprobaba los correos electrónicos con noticias. Finalmente nos decantamos por una hipoteca mixta a 10 años y los dos bancos que mejores condiciones nos ofrecían eran Ibercaja y Openbank. Lo bueno del primero, no nos exigían vinculaciones (lo cuál me viene bastante bien para seguir aprovechando la vinculación de la nómina en otra de las hipotecas que tengo). Lo bueno del segundo, el diferencial de la parte variable del préstamo era menor. La parte fija ambas tenían el mismo, 2.65%, pero en Openbank necesitaba seguro de hogar y vida y en Ibercaja nada. Otra ventaja de Ibercaja, es que nos dijeron que si pasábamos el perfil de riesgos nos podían dar el 85% del valor sin problemas. Esto era un gran punto para nosotros puesto que con la boda más la entrada nos íbamos a quedar a cero. Decidimos seguir adelante con ambos para poder negociar cuando tuviéramos la oferta en firme.
Estando en el viaje de novios nos confirman de Ibercaja que todo correcto y que ya tienen la FEIN lista para firmar. Le pido que me la manden para ir revisándola y todo negativas, que preferían "explicárnosla" en persona en la oficina. A todo esto, doy por hecho que todo estaba tal cuál lo habíamos hablado (porque así me lo comenta en el email) y le digo a Openbank que nos quedamos con la otra. Nos quieren hacer contraoferta, pero como realmente lo del 80% era algo que ellos no querían flexibilizar, lo descartamos.
Lección 4: no des por hecho que lo que te han dicho de palabra será lo mismo que esté escrito. No tomes ninguna decisión hasta que veas lo que pone en la FEIN
Voy al banco unos días después, al volver del viaje y sorpresa. Una vez más, tal y como había pasado con la inmobiliaria, lo que ponía por escrito no era lo que habíamos hablado. Las condiciones eran las que habíamos dicho, pero el préstamo era solo del 80%. Recordemos que esto era uno de los puntos que nos había hecho decantarnos por ellos. Se lo comentamos y nos dice que se le había olvidado y que entonces hay que pasar todo el proceso de nuevo de riesgos, elaborar una nueva FEIN, etc. y que con las Navidades serán unos 15 días. Vamos, que nos caducaban las arras...
Finalmente lo solucionamos pidiendo ayuda económica a nuestros padres. Somos afortunados de tener un contexto familiar que puede darnos apoyo, pero no debería haber sido así si hubieran cumplido su palabra.
Pero las jugarretas no acaban ahí. Firmamos la hipoteca y la compraventa a principios de enero y veo que nos pasan un recibo de más de 1.000€ por el seguro de hogar. (No teníamos vinculaciones, pero habíamos decidido de antemano hacer el primer año de los seguros con el banco por el buen trato y las facilidades que aparentemente nos habían puesto). Reviso qué ocurre, nos estaban cobrando 3 años de golpe. Devuelvo el recibo, lo comunico y me dicen que ha sido un error y me lo emiten de un único año.
A los días llegan los seguros de vida y cansado de tanta tontería, tanto error, con la sensación continua de que te la están intentando colar, los devuelvo directamente. Me contacta el director del banco, que "habíamos acordado que el primer año los hacíamos con ellos". Mi respuesta al email: "También habíamos acordado que nos dabais un 85% y finalmente no fue así. No nos sobra el dinero para pagar seguros por encima del valor de mercado". Realmente el de hogar está en un precio aceptable, pero los de vida eran el doble de lo que podías encontrar fuera. Así que ahí quedo la conversación y no volvieron a insistir.
Lección 5: una vez ya está todo firmado, puedes romper tus acuerdos de palabra. Ellos no dudarán en hacerlo.
Y una vez todo listo, solo faltaba que nos devolvieran el sobrante de la provisión de gastos. Tardó casi medio año. Nunca había visto un plazo tan largo, normalmente no supera el par de meses, pero cada email que mandaba me ponían una excusa distinta.
Ahora ya llevamos casi 1 año viviendo en la vivienda. Estamos muy contentos. Pero nos ha tocado dejarnos algo de dinero con el que no contábamos.
En primer lugar, en reformar un baño. Cuando compramos el piso un baño estaba de origen y al otro le habían hecho un lavado de cara. Pues el lavado de cara resultó ser una chapuza. Cuando tirabas papel por la cisterna te salía por el desagüe de la ducha, la conexión con la bajante de la pila del lavamanos estaba mal hecha y goteaba, había un cable cruzando la pared para dar luz al espejo. Un desastre, con el que podíamos haber convivido un tiempo más pero que decidimos solucionar y aprovechar para darle un look moderno.
En segundo lugar, el aire acondicionado centralizado no funcionaba bien. Cuando hicimos la visita a la casa lo probamos, se encendía la pantalla y las ranuras echaban aire, lo dimos por bueno, pero cuando llegó el verano nos dimos cuenta de que no enfriaba. La conexión con la máquina exterior estaba frita y al ser un aire acondicionado de hace 20 años no había recambios y tocó reemplazarlo.
Lección 6: Revisa cada detalle de la casa y cuando creas que lo has revisado todo, vuélvelo a revisar.
Lo del aire acondicionado nos pilló de novatos. Es la primera vez que comprábamos una casa con este sistema y ni siquiera se nos ocurrió ir a mirar que la máquina exterior se encendiese cuando encendías la interior. Un aprendizaje más para nosotros.
Lección 7: sé cauteloso. Por mucha experiencia que tengas, somos humanos, siempre hay algo que se nos puede escapar.
Si os ha pasado algo parecido o tenéis alguna otra anécdota, os leo en comentarios.